El trágico suceso que cobró la vida de Estefanía Franco en Soacha ha conmocionado a la comunidad. En un acto de violencia doméstica, su pareja le arrebató la vida, dejando a sus dos hijas como testigos angustiados de la tragedia.
El incidente ocurrió durante una discusión entre Estefanía y su novio, la cual escaló rápidamente hasta culminar en un acto de brutalidad. El presunto agresor, cuya identidad aún no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades, emprendió la huida tras cometer el crimen, sumiendo a la familia y a la comunidad en una profunda consternación.
La valentía de una de las hijas de Estefanía, quien corrió en busca de ayuda a pesar del miedo y la confusión, es un testimonio desgarrador de la magnitud del trauma que enfrentaron en esa fatídica noche. Sus esfuerzos por salvar a su madre, aunque en vano, reflejan el amor y la desesperación que sintieron en medio de la tragedia.
Familiares y amigos de Estefanía la recuerdan como una mujer amorosa y dedicada a sus hijas, cuya vida fue truncada por un acto de violencia que no encuentra justificación. Las autoridades continúan en la búsqueda del agresor, mientras la comunidad se une en el dolor y la indignación ante esta pérdida devastadora.
El caso de Estefanía Franco resalta la urgencia de abordar la violencia doméstica y brindar apoyo a quienes son víctimas de este flagelo. Su memoria vive en el corazón de quienes la amaron, mientras su trágica muerte sirve como un llamado a la acción para proteger a las mujeres y familias vulnerables en nuestra sociedad.
