En un audaz y violento ataque, un grupo de sicarios disfrazados de policías irrumpió en la clínica Mediclínica de Barranquilla, donde estaba internado Jorge Luis Alfonso López, exalcalde de Magangué e hijo de Enilce López, conocida como alias ‘La Gata’. Este ataque, ocurrido en el cuarto piso de la clínica, resultó en la muerte de dos personas: uno de los escoltas de López y el exparamilitar Edelmiro Anaya González.
Los sicarios, ocho en total, lograron acceder al cuarto piso con vestimentas alusivas a la Policía Nacional, creando confusión y facilitando su ingreso. El objetivo inicial parecía ser López, conocido como el ‘Gatico’, pero las circunstancias sugieren que Anaya González, alias ‘El Chino’, también podría haber sido un blanco. Anaya González, con un oscuro historial criminal y una condena de más de 30 años por su participación en el asesinato del alcalde de El Roble, Eudaldo Díaz, estaba visitando a López en el momento del ataque.
Alias ‘El Chino’ ya había sido víctima de un atentado previo y mantenía estrechas relaciones con López, lo que añade complejidad al motivo del ataque. Las investigaciones preliminares indican que el ‘Gatico’ estaba en una habitación con puerta blindada, lo que impidió a los sicarios acceder a él directamente.
Las autoridades están explorando varias hipótesis: una de ellas es que el ataque podría haber sido un ajuste de cuentas dirigido específicamente contra Anaya González. Otra posibilidad es que el verdadero objetivo fuera López, quien cumple una condena de 29 años de prisión por el asesinato de un periodista, y que los sicarios no lograron alcanzarlo debido a las medidas de seguridad.
El secretario de Seguridad de Barranquilla ha declarado que se están revisando las cámaras de seguridad y se están tomando declaraciones para esclarecer los hechos y determinar los móviles del ataque. La comunidad permanece en alerta, mientras las autoridades intensifican las medidas de seguridad alrededor de figuras prominentes y sus allegados. Este violento incidente subraya la persistente amenaza de la violencia criminal en la región y la necesidad de una vigilancia continua.
