Los ataques aéreos israelíes en el sur del Líbano y Yemen han dejado más de 50 muertos y decenas de heridos, incluyendo altos mandos de Hizbulá.
Israel ha intensificado sus operaciones militares en el sur del Líbano y los suburbios meridionales de Beirut, así como en la ciudad portuaria yemení de Al Hodeida. En los ataques recientes, al menos cuatro personas han perdido la vida y 40 resultaron heridas, según un balance preliminar. Los bombardeos forman parte de una ofensiva más amplia que se ha cobrado más de mil vidas en los últimos días, dejando a la región en una situación crítica.
En el sur y el este del Líbano, los ataques aéreos israelíes han dejado un saldo de al menos 53 personas fallecidas, 32 de ellas en la aldea de Ain al Delb. Entre las víctimas se encuentra Nabil Qaouk, un alto comandante de Hizbulá, y otros miembros clave del grupo, lo que representa un golpe significativo para la organización. A pesar de estas bajas, los ataques no han logrado eliminar la presencia de Hizbulá, aunque Israel ha conseguido empujarlos hacia el norte del Líbano.
La comunidad internacional sigue observando con preocupación la escalada de violencia, mientras las tensiones en la región aumentan y las víctimas civiles siguen acumulándose. Este conflicto sigue siendo un desafío para la estabilidad en Oriente Medio.
